jueves, 18 de marzo de 2010

COFIÑO

Y no podía empezar este blog sin comentar el que pasa por ser a día de hoy mi restaurante favorito (o al menos uno de en los que más disfruto): Cofiño.


Situado en el pequeño pueblo de Caviedes, al que se llega por una bellísima carretera que atraviesa el Tejo saliendo desde Comillas. Tambien se puede acceder desde la Autovia A-8 dirección Oviedo pero te pierdes los prados llenos de vacas y el bosque de cajigas, robles y castaños.

Una vez llegados al pueblo es inevitable acabar en el restaurante ya que la carretera prácticamente acaba en su puerta.

Nada mas entrar, nos sorprende con una acogedora barra donde tapear a gusto rodeado de un pequeño ultramarinos tradicional muy bien surtido: desde chorizos de ciervo o jabalí hasta todo tipo de legumbres pasando por mermeladas caseras, licores....

El comedor es sencillo. Muy montañés y sin nada que distraiga los sentidos mas allá del plato.

La carta no es muy extensa, lo cual siempre tranquiliza. Es mejor concentrarse en 5 o 6 especialidades que se dominan a la perfección que intentar abarcar demasiado y quedarse a medio camino. Destaca también a primera vista la impresionante carta de vinos españoles que guardan como un tesoro en su sorprendente bodega, a unos precios muy interesantes.

Ya metidos en faena, la estrella de la casa es el cocido montañés. Sin lugar a duda, de los mejores que se pueden comer en Cantabria. Como es habitual por estos lares, al pedir una ración os traerán el puchero completo para poder serviros a gusto, acompañado por una cazuelita de barro con las carnes para acompañar: chorizo, dos clases de morcilla y un exquisito tocino.

Las raciones son tan generosas que es recomendable en caso de ser 4 pedir cocido para 2 (si queréis que os quede sitio para un segundo plato).




IM - PRESIONANTE

Para continuar, mi opción favorita es siempre la chuleta de novilla de 1 kilo. Sin salsas, pomadas ni piedras calientes. Solo 1 kilo de puro placer para los amantes de la buena carne.

En pescado recomiendo especialmente el bacalao en sus diferentes variantes.

Otra opción muy recomendable y económica son los huevos fritos (de corral!) con puntilla y acompañados de picadillo ibérico.

Y casi lo mejor para el final: el biscuit, la tarta de limón y el arroz con leche son insuperables. Ahora bien, la especialidad de la casa (es difícil comerla mejor), es la tarta de hojaldre. Con un sabor a mantequilla pura que tarda en olvidarse. Es mejor pedir que te guarden un par de raciones al llegar por que suelen desaparecer rápidamente.

Un buen café y un poco de orujo blanco y uno sale de allí completamente satisfecho.

Sin duda Cofiño es de esos sitios sin trampa ni cartón. Solo producto de primera excelentemente trabajado. Y con una relación calidad-precio muy difícil de igualar. Por esto, se ha popularizado muchísimo en los últimos años y es casi imposible encontrar mesa en fines de semana y fiestas de guardar. Por ello conviene reservar con bastante antelación.

Para bajar la comilona, nada mejor que subir por el camino que sale a la derecha del restaurante y llegar hasta el monte Corona para dar un paseo rodeado de verde y mirando a los Picos de Europa.

¿Alguien da más?


- Ficha:

CASA COFIÑO
Localidad: Caviedes (Cantabria)
Teléfono: 942708046
Tipo de cocina: Tradicional cantabra.
Precio medio por persona: 30€

Nota: 9/10

lunes, 15 de marzo de 2010

PRESENTACION

Comer bien pagando caro es sencillo. Todos aquellos a los que comer nos parece uno de los grandes placeres de esta vida podríamos recitar de carrerilla 15 o 20 templos gastronómicos donde acabar plenamente satisfecho pero con un buen agujero en nuestros bolsillos.

Otra cosa (cada vez más difícil), es comer de primera con unos precios ajustados y razonables. Para encontrar esos locales hay que rebuscar mucho y casi siempre recurrir al tan socorrido "boca a boca".

Este blog pretende ser como ese amigo sibarita al que acudes para preguntarle ¿donde puedo comer como tú y yo sabemos en....?.

Especialmente útil será para los que acaso por negocios, acaso por placer se mueven muy a menudo por la geografía española. Nada hay más triste que llegar a una ciudad desconocida y acabar comiendo en cualquier tugurio al azar.

Por esta razón iremos añadiendo periódicamente, restaurantes donde el comer bien y barato todavía es posible (y de los caros alguno caerá que siempre hay tiempo para darse un homenaje).

Bon Apetit!